Más huevo, más vitamina D, sin vueltas que dar
Un elevado porcentaje de la población ecuatoriana muestra insuficiencia de vitamina D, según estudios.
Esta vitamina es una hormona que juega un papel clave en el metabolismo fosfocálcico. Los días oscuros ocasionan que nuestro cuerpo no reciba suficiente emisión solar por la piel para que produzca compuesto D. La necesidad de protegernos de los rayos solares para evitar el cáncer de piel, la alimentación healthy y el veganismo han llevado a gran parte de la población a reducir el consumo de algunos alimentos, precisamente los que contienen más vitamina D.
Estudios internacionales demuestran una asociación entre la deficiencia de la vitamina y diferentes enfermedades reumáticas y un aumento de gripes y resfriados. También se asocia a dolores musculoesqueléticos, a los generalizados mal definidos y al incremento de riesgo de caídas en pacientes adultos mayores. La vitamina D ayuda al cuerpo a digerir el calcio y el sistema inmunitario la emplea para combatir los virus y bacterias que lo invaden. Igualmente, apoya para no desarrollar osteoporosis.
Aunque solo el 20% de la vitamina D se consigue a través de la alimentación, es conveniente incluir en la dieta de modo frecuente todos los alimentos que la contienen, que son, fundamentalmente, los de origen animal. Y el huevo es uno de ellos, quizá, el más barato.
Los nutricionistas insisten en que es conveniente comer los huevos enteros, ya que es en la yema donde se encuentra la grasa que es el medio en el que se va a disolver la vitamina D para que la pueda sintetizar el organismo. El huevo contiene, además, proteínas de alto valor biológico y es moderadamente calórico, de manera que se convierte en un alimento muy recomendable para una dieta saludable.
Así que no hay más vueltas que dar. ¡A consumir más huevo!