La cáscara del huevo favorece con su carga de calcio
La densidad ósea y el calcio son un principio biológico, una consecuencia lógica, pero también un agobio para los seres humanos que padecen una deficiencia.
Los valores del huevo por su gran poder nutricional son muy conocidos y aprovechados en la mesa diaria; pero hay que saber que entre sus secretos está la cáscara, una gran fuente adicional de vitaminas y minerales, que, de manera natural, es posible consumir como suplemento.
Un artículo de la página digital Cocina Delirante, detalla que con la cáscara de huevo se consigue un efecto de limpieza intestinal, endurecer las uñas y mejorar la apariencia de la piel por las células madre que posee, además que favorece la remineralización del esmalte dental dañado. Se lo ingiriere en pastas, yogurt, jugos y batidos, etc.
A su vez, el diario español La Vanguardia destaca que sus ventajas han llamado la atención de los científicos y que hoy proliferan los estudios sobre la cáscara y el tratamiento de la osteoporosis. Añade que uno de ellos demuestra que el calcio adicional, el estroncio y la fluorina actúan positivamente sobre el metabolismo óseo y estimulan el crecimiento del cartílago.
“La cáscara tiene un elevado porcentaje de calcio en su composición, un 95% de carbonato cálcico, además de proteínas y minerales. Ingerir la cáscara de huevo machacada, incluidas las membranas, es uno de los remedios más eficaces contra la descalcificación. La cáscara de un solo huevo provee de unos 2 gramos de calcio (para hacernos una idea comparativa, un vaso de zumo de naranja tiene unos 11 miligramos)”, dice.
Así, se recomienda hervir bien las cáscaras para deshacerse de todos los organismos patógenos que la impregnan, secarlas muy bien introduciéndolas en el horno a 90 ºC durante 10 o 15 minutos, convertirlas en polvo y guardar en un lugar seco.