En Ecuador ya se recomienda huevo desde los 7 meses
Ecuador está empeñado en combatir los problemas de malnutrición en los niños menores de cinco años. A pesar de esfuerzos realizados por diferentes instituciones, los datos del país en esa materia están lejos de ser óptimos.
De acuerdo a la Encuesta de Condiciones de Vida 2013-2014 realizada por el Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC), el 30% de niños en el país tienen problemas de nutrición, lo que no solo produce afectaciones en su crecimiento y aprendizaje, sino que representa altos costos para el Estado. La desnutrición infantil le cuesta al país 2.600 millones de dólares al año, según un reportaje de Revista Vistazo, publicado en julio de este año.
Según el mismo reportaje, casi 3 de cada 10 niños ecuatorianos menores de 5 años, unos 300 mil, presentan bajo peso y altura para su edad debido a deficiencia de nutrientes básicos.
Una de las alternativas para cambiar esta situación, comprobada por investigaciones científicas y académicas y recomendada por organismos internacionales, es el consumo de huevo a partir de los 6 ó 7 meses.
En el 2016, el Ministerio de Salud Pública (MSP) modificó la guía técnica para que los profesionales médicos de los hospitales, centros y dispensarios públicos recomienden la introducción de huevos en la dieta diaria de infantes a partir del séptimo mes, con el objetivo de aprovechar más los beneficios de este alimento nutritivo y accesible.
Antes, la guía del MPS establecía el consumo de huevo desde los 12 meses.
¿Cuál fue el sustento que llevó al Ministerio a tomar esta decisión?
El Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) considera al huevo como la proteína de mejor referencia por su valioso aporte proteínico, aminoácidos esenciales, sus nutrientes densos y la proporción de cantidades importantes de folato, hierro, vitamina A, yodo, zinc y omega 3.
Además el “Proyecto Lulun”, en el que participaron investigadores de la Universidad San Francisco de Quito con colegas de Washington University en St. Louis, Universidad de California en Davis, y que contó con el apoyo de la Organización Panamericana de Salud, desarrolló un estudio de los efectos del consumo de un huevo por día, en niños entre 6 a 9 meses en la zona de Pastocalle, provincia de Cotopaxi, una de las más pobres del país.
Los resultados de esta investigación no pudieron ser más estimulantes al reducir y prevenir «estadísticamente» la desnutrición crónica en un 47% y el bajo peso en un 71%, respectivamente.
Ahora, el único punto que el MSP recomienda es conocer si existen antecedentes de posibles alergias en los familiares de los niños.
Con este respaldo investigativo, no hay razón para que las familias no incluyan al huevo en la dieta diaria de los niños mayores de 7 meses.