Consumir solo la clara del huevo es una historia del pasado
De seguro muchos recuerdan a Rocky Balboa, el boxeador de Hollywood más famoso, comiendo claras de huevo para tener un mejor rendimiento deportivo. Sin embargo, esa toma cinematográfica está muy alejada de la realidad y requiere dos aclaraciones concretas:
1.) Se debe consumir el huevo completo. Tanto las yemas como las claras del huevo contienen nutrientes necesarios para el organismo. Y a pesar de que la yema ha tenido mala reputación por su contenido de colesterol, la ciencia ha comprobado que los niveles de colesterol en la sangre están directamente relacionados con la genética, la etnia y las hormonas y no por la alimentación.
Clara y yema poseen un alto contenido de proteínas, vitaminas y minerales esenciales, grasas y calorías saludables. Sin embargo, las yemas tienen componentes únicos, principalmente antioxidantes como: vitaminas D, A, K, E, colina (vitamina B necesaria para el desarrollo del cerebro y la salud de las membranas celulares), luteína y zeaxantina (carotenoides valiosos para la salud ocular).
2.) Consumir el huevo cocido. Hemos dicho que los huevos son tan buenos que una persona saludable puede comer fácilmente una docena por semana; además, son un producto económico y versátil que agrega nutrición valiosa a la dieta. Se recomienda cocinarlos para evitar riesgos microbiológicos y aumentar su valor nutricional. Incluso el mínimo proceso de cocción destruirá cualquier tipo de bacteria.
Los huevos son uno de los mejores alimentos para la salud cerebral, muscular, hormonal, inmunológica y más. Si los consumes completos y cocidos, ¡son una potencia nutricional!