• Proteínas: Cubre casi la tercera parte de las ingestas recomendadas en adultos en la tercera edad. Su deficiencia se asocia a la pérdida de masa muscular, mala cicatrización de heridas, entre otros.
• Colina: Nutriente especial para el normal funcionamiento de las células, especialmente las hormonas y necesaria en diversos procesos metabólicos.
• Luteína y Zeaxantina: Potentes antioxidantes que se acumulan en la retina protegiendo al ojo de las radiaciones dañinas que disminuyen el riesgo de padecer cataratas.
• Vitamina D: Necesaria para mantener una adecuada función muscular y rendimiento físico. Ayuda a prevenir infecciones, alergias, enfermedades coronarias, hipertensión, diabetes.

Colina: Nutriente que reduce los riesgos de problemas en el desarrollo del tubo neural. Actúa en el buen desenvolvimiento cerebral del bebé y evita partos prematuros.

Proteínas: Ayuda a las futuras madres a suplir las necesidades nutricionales que son mayores en ese período.

Vitaminas y minerales esenciales: el selenio y el azufre que ayudan a la embarazada a eliminar sustancias tóxicas para el organismo y el ácido fólico que ayuda a prevenir problemas en el sistema nervioso del bebé.

Hierro: Ayuda a la formación de los glóbulos rojos de la sangre y previene la anemia en el período de lactancia.